Foto: www.aladinia.com |
El agua es un elemento que está en la base de
diferentes terapias para mejorar nuestra salud física y mental. Una de las
menos conocidas es la flotación, que se basa en el aislamiento sensorial y la
liberación del cuerpo de la fuerza de la gravedad.
En los flotariums -mini piscinas o cámaras aisladas
del tamaño de una cama grande- podemos experimentar la misma sensación de
ingravidez que tienen los
bañistas del Mar Muerto, gracias a una combinación
proporcional de agua a 36º con sulfato de magnesio (sal Epsom), que permite a
nuestro cuerpo flotar con solo recostarnos.
El aislamiento y la oscuridad en la que tiene lugar
esta experiencia proporcionan una desconexión mental que lleva a una profunda
relajación física, nerviosa y sensorial. Una solución ideal para la ajetreada
vida moderna.
Ideal
para combatir el estrés
Foto: www.balnearios.bz |
Además del relax, la flotación también tiene efectos
terapéuticos. Una práctica continuada de flotación
en algunos de los diferentes centros que tienen esta instalación
en España ayuda a reducir el estrés, la tensión muscular, el
ritmo respiratorio y el cardíaco. Se calcula que una hora en el flotarium
equivale a tres horas de sueño o descanso.
No hay que olvidar las tradicionales propiedades
terapéuticas de la sal combinada con el agua caliente. Una sesión de flotación
es un buen complemento para la fatiga o los dolores crónicos, y contribuye a la
rehabilitación de algunas lesiones provocadas por la práctica deportiva.
Entrar al flotarium, apagar las luces y esperar al
silencio sin notar el peso de tu cuerpo durante una hora es una experiencia
única que puede complementarse también con musicoterapia, aromaterapia o
cromoterapia, para aumentar aún más una sensación única de placidez.
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