Nuestra rutina al ducharnos puede que no sea todo lo correcta que creemos. Es posible que uses geles agresivos, que utilices una temperatura del agua muy alta o que cometas otros errores que al final terminan por dañarte la piel. ¿Quieres conocerlos uno a uno? Te hacemos un resumen.
Los errores frecuentes que cometes al ducharte
Si no quieres cometer más errores cuando te duchas, no dejes de leer estos consejos y empieza a cuidar tu piel y tu cabello como se merecen.
Temperatura del agua muy alta
El agua excesivamente caliente reseca y estropea la piel y el cabello más de lo que imaginas. Trata de ducharte con agua templada. Lo mejor: antes de ponerte la alcachofa de la ducha sobre el cuerpo, pruébatela primero sobre una mano y ajusta la temperatura.
Duchas muy largas
Las duchas muy largas, al igual que la temperatura alta del agua, también estropean la piel y el cabello. No te excedas en el tiempo. Además, le estarás haciendo un favor al planeta y a tu bolsillo. Como ves, tomando esta opción todo son ventajas.
Productos agresivos
Muchas veces utilizas el primer gel y champú que has visto en el supermercado o aquellos que te llaman la atención con una publicidad seductora sin comprobar qué contiene exactamente. Busca fórmulas a base de ingredientes naturales y que no lleven parafinas, sulfatos y otros químicos. Tu salud te lo agradecerá.
No cambiar las toallas
Las toallas sucias y húmedas son un foco de bacterias y moho. Cambia las toallas de forma frecuente y no las dejes húmedas en el baño por mucha prisa que tengas. ¡No te olvides de la alfombrilla de la ducha o bañera!
No hidratarte tras la ducha
Aunque no te des duchas muy largas y a pesar de que lo hagas con agua templada, la piel se deshidrata después de esta. Nada más que salgas del baño, hidrata tu piel con una crema de calidad y ya sabes... sin químicos dañinos para tu cuerpo.
No cambiar la esponja
La esponja, al igual que las toallas húmedas, son un foco de microorganismos dañinos para tu piel. Cuando te duches, déjalas secar al aire libre, en una ventana, por ejemplo. Tampoco te olvides cambiarla con frecuencia. Puedes hacerlo cuando la notes rota, con mal olor o con otro color.
No cuidar cada parte del cuerpo como se merece
Cada parte del cuerpo requiere un cuidado específico. Para el cabello no te olvides de usar el champú que más se adapte a sus características, la espalda con un rascador adecuado y las uñas de pies y manos con el mismo esmero que el resto del cuerpo. Cuando salgas de la ducha, sécate bien con una buena toalla. No te olvides de secar las zonas entre los dedos.
Ahora que ya conoces los errores más frecuentes al ducharte, tenlos en cuenta y... ¡haz de la ducha una experiencia también saludable!