La gran mayoría de personas la cuelga debajo del grifo. También hay quienes la dejan en un pequeño espacio adherido a la mampara de ducha. Otros, en cambio, prescinden de esta por considerarla perjudicial para su piel. Hablamos de la esponja, un elemento casi imprescindible en nuestra vida diaria. De todos ellos, ¿quién tiene la razón? En este artículo te mostramos varios argumentos a favor y en contra.
Desventajas de las esponjas de ducha
¿Cuál es la principal función de las esponjas? Como ya te imaginarás, se encargan de eliminar las células muertas de la piel para regenerarla diariamente. Sin embargo, tienen varios puntos en contra que deberías conocer para, al menos, moderar su uso. Vamos a hacer un repaso por los más destacados:
- La fricción provoca pequeñas lesiones en las capas superficiales de la piel.
- Puede debilitar la dermis y hacerla propensa a sufrir melanosis y lifa (dos enfermedades bacterianas).
- Los movimientos bruscos pueden dar lugar a arrugas prematuras.
- Pueden provocar infecciones si entran en contacto con heridas.
El propio uso que le damos a las esponjas las puede convertir en refugio de bacterias y hongos. ¿Por qué motivo? Principalmente, porque se almacenan en un espacio lleno de humedad como es el cuarto de baño. Imagínate si todo este ecosistema nocivo entra en contacto con tu cuerpo.
Debes saber también que la función a la que aludíamos antes (eliminar células muertas) puede ser un arma de doble filo. Si no la limpias semanalmente, solo estarás moviendo las impurezas presentes en tu piel de un lado a otro.
Ventajas de las esponjas de ducha
Como te podrás imaginar, también nos permiten disfrutar de numerosos beneficios en nuestra piel. No en vano son esenciales para la higiene diaria, así como para mantener la piel en excelentes condiciones. A continuación, te mostraremos varios motivos por los que no deberías prescindir de este utensilio para tu baño:
- Estimula la circulación de la sangre, lo que da lugar a una mejor movilidad.
- Potencia la exfoliación para renovar las capas más superficiales de la piel.
- Ayuda a distribuir mejor el jabón y, en consecuencia, limpiar en profundidad.
- Contribuye a que las zonas más sensibles (rodillas, codos, tobillos) estén más suaves.
Podemos afirmar que las esponjas son necesarias para el cuerpo. Sin embargo, es obvio que presentan bastantes desventajas, algo que puedes contrarrestar de un modo sencillo: con una esponja natural. La humanidad las lleva usando desde hace décadas, y se han convertido en el mejor aliado de quienes tienen la piel sensible.
Como has podido ver, la esponja es fundamental para la higiene básica diaria. Ante todo, lo más importante es que la mantengas desinfectada y la coloques en un espacio adecuado (en la mampara de ducha, en una pared). ¡Prepara tu beauty routine!