A la hora de plantear cómo diseñar y amueblar los baños en casa, muchas personas tienen dudas. No saben si utilizar uno u otro material, cómo aprovechar los espacios o qué estilos quedan mejor. En este artículo, te explicaremos todo lo que debes saber sobre los lavabos de hormigón y las opciones que ofrecen.
Los baños, siempre tras la tendencia
Ahora mismo, se está empezando a entender el baño como una estancia de la casa con personalidad. Sin duda, se trata de un lugar en el que podremos tomar un baño muy relajante. Para acompañar al estado de ánimo que buscamos, es necesario añadir un estilo propio a todos los elementos, incluidos los lavabos.
El hormigón se ha abierto paso hacia los baños a pasos agigantados. Es un elemento más de la conocida decoración nórdica. Los tonos grises, terrosos y neutros permiten dejar la mente en blanco y aprovechar la funcionalidad del espacio. Utilizar este material para un lavabo es una de las últimas tendencias que buscan aprovechar este efecto.
Si te interesa, debes saber que hay varias opciones
Puedes elegir entre lavabos independientes, lavabos superiores, redondos, rectangulares… Hay multitud de posibilidades.
Por un lado, tenemos lavabos ya prefabricados, es decir, que vienen incorporados en muebles de baño. Si, por el contrario, quieres darle tu toque a tu lavabo y diseñarlo desde cero, puedes decantarte por uno de obra.
El proceso quizás sea más lento, pero te aseguramos que la personalización será al 100 %. Se pueden combinar, además, con un estilo de mamparas de baño industrial.
¿Qué aporta el hormigón a los cuartos de baño?
Como hemos visto, muchos se decantan por este material por su aspecto, su personalidad o sus posibilidades creativas, que encajan en ambientes tanto modernos como clásicos. Ahora vamos a comentar las ventajas e inconvenientes que tiene.
Para empezar, el hormigón es resistente y tiene gran durabilidad. Combinado con madera, aporta la calidez que podemos perder al utilizar este material. Sin embargo, como es muy pesado, debemos asegurarlo bien si colocamos un lavabo de este material encima de un mueble de baño, que tendrá que ser muy resistente.
Si tienes un baño que no es muy grande, puedes optar por un lavano hecho de un bloque de hormigón montado en la pared. Combinado con una balda inferior paralela, además de ganar espacoio de almacenamiento, el efecto es muy vistoso.
También se puede combinar con accesorios de hormigón: baldas, jaboneras... y con un revestimiento ligero de pared de la ducha.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este material no es tan sencillo de limpiar si lo comparamos con la cerámica.