Muchas personas dudan si deben bañar a su gato, cada cuánto y otras consideraciones. ¿Te encuentras entre los que no están seguros cómo hacerlo? Pues la respuesta es que aunque realmente no hace falta, en ocasiones puede ser necesario, pero con mucha precaución. Por eso, es muy importante que tengas en cuenta cómo hacerlo.
Cómo lavar a tu gato adecuadamente
Si un gatito nuevo llega a tu hogar y tienes dudas sobre si lo puedes lavar o no, puedes hacerlo siempre y cuando sea necesario. Pero ¿qué tienes que tener en cuenta? ¿Puedes utilizar cualquier champú? ¿Es mejor secarlo con toalla o con secador?
Para empezar, lo primero que tienes que saber es que si cuidas su pelaje cada día pasándole un cepillo suave para gatos, no tienes por qué lavarlo, además no es bueno. Recuerda que los gatos de por sí son animales limpios que tienen su propia rutina de higiene diaria y que, en general, no necesitan un baño.
Lo segundo que tienes que tener en cuenta es que, si tienes que bañarlo por alguna razón de peso, tienes que utilizar un producto de calidad en una tienda especializada en productos para animales. No emplees en ningún caso un champú para humanos, puede dañar su pelo y su piel.
¿Cuándo sería el momento de lavar tu gato? Lavar a tu gato puede quitarle el aceite natural de su pelo y provocarle algún problema. Pro hay momentos en los que se puede hacer necesario, como si lo acabas de coger de la calle, si está sufriendo alguna infección o alergia o si hace mucho calor y piensas que le puede dar un golpe de calor. También es relevante que observes si tu felino viene algo sucio de la calle o del campo, por ejemplo. En ese caso, también puedes lavarlo.
Y ¿cómo debes bañarlo? Puedes usar la ducha o un barreño en el que quepa perfectamente y llenarlo con agua tibia sin cubrirle la cabeza y sin que se sienta molesto. Es muy importante que mires cómo está el agua, si está caliente puede dañarlo con facilidad. Enjabónalo con cariño y dale un pequeño masaje para limpiar bien su pelo. Evita los oídos, los ojos y las mucosas. Y te recomendamos que lo seques con una toalla suave y con mucho mimo en lugar de un secador. El ruido de los secadores suele ponerles muy nerviosos. Pero si le gusta, adelante.
Asimismo, báñalo con mimo tratando de evitar que el agua le entre en los ojos o en las orejas. Además, es importante que pongas una toalla o una alfombrilla en el suelo para que cuando lo saques no se resbale y se sienta cómodo.
No lo dudes, solo cuando sea necesario, lava a tu gato siguiendo las recomendaciones que te hemos dado y utilizando siempre el producto adecuado de tienda para animales. Y si es un gatete de los que le gusta el agua, puedes remojarlo sin jabones con más frecuencia, sobre todo en verano con el calor. ¡Y presume de felino!
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