El cambio de estación es un buen momento para limpiar a fondo el hogar, sobretodo el cuarto de baño, uno de los lugares de la casa que más se ensucian. Primero, empieza abriendo todas las ventanas para que se ventile tanto el cuarto de baño como el resto de las habitaciones. Después, prepara los utensilios que necesitarás (fregonas, trapos, cepillos, esponjas, guantes, bolsas...). Planifica la limpieza por las diferentes zonas del baño, empezando por las que no se limpian a diario que son las que más lo necesitan. Cuando comiences a limpiar, hazlo por las zonas más altas para que el polvo caiga hacia abajo y puedas recogerlo.
Aspira también el techo del baño: coge un cepillo que tenga el mango largo y cúbrelo con un paño limpio. Si tienes algún ventilador en la estancia, es el momento de limpiar sus aspas. Aprovecha para revisar que funciona bien. Si el suelo de tu baño es de madera, pásale una mopa con regularidad y utiliza un paño húmedo para eliminar posibles manchas (de maquillaje, jabón, perfume...).
Fíjate en los interruptores y los enchufes del cuarto de baño. Con el tiempo y el uso, suelen acumular suciedad. Ten mucho cuidado al manipularlos, porque son elementos por los que circula la electricidad y no se puede mojar.
Si el interior de los bordes ha acumulado suciedad y se ha puesto negro, deberás retirar el embellecedor levantándolo con el extremo de un destornillador para poder limpiarlo bien. En este caso, ten la precaución de hacerlo con la luz desconectada para evitar cualquier descarga. Solo te falta limpiar el polvo de las bombillas con un plumero. SI tienen manchas, pásales una esponja húmeda y asegúrate que estén apagadas antes de empezar.

Si quieres darle un aire nuevo al baño, pon nuevas toallas, blancas o de colores alegres; ramos silvestres y detalles aromáticos (velas, geles...) de fragancias frescas darán un aire primaveral a la estancia.
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