Ventajas de baños con ducha

Los cuartos de baño son unas estancias en las que, a lo largo de nuestras vidas, pasamos muchas horas. Por lo tanto, es normal que empecemos a dar a los baños la importancia que tienen.

Sin duda, llevamos a cabo en ellos acciones muy relevantes de nuestro día a día, por lo que vale la pena que dediquemos el tiempo que sea menester a dignificarlos. Y eso pasa por aprovechar su espacio y llenarlo del mobiliario y de la decoración pertinentes.

La distribución del espacio resulta fundamental para poder realizar nuestras acciones cotidianas en los baños. Hoy en día, muchas casas no andan sobradas de espacio, de manera que cambiar la vieja bañera por un plato de ducha es una de las principales opciones que se barajan para mejorar la capacidad de maniobra en los baños.

Las razones para preferir el plato de ducha a la bañera

 


Sustituir tu bañera por un plato de ducha es una opción ideal y a continuación te contamos algunas razones:

1. En primer lugar los platos de ducha se adaptan mejor a los rigores de la vida moderna. Es habitual que no nos sobre tiempo para asearnos, así que una rápida ducha parece una opción más idónea que rellenar de agua la bañera. De esta manera, no solo ahorramos ese tiempo tan valioso, sino también dinero, ya que gastaremos menos en agua.

2. En Segundo lugar, por lo que respecta al interiorismo, el plato de ducha nos permite ganar espacio, ya que ocupa menos metros que la bañera. Por lo tanto, esos metros que ganamos pueden ser utilizados para moverse con más soltura por el baño o colocar algún mueble que se echara en falta.

3. En tercer lugar, las bañeras conllevan problemas de acceso y estabilidad para las personas con movilidad reducida, como los discapacitados, ancianos o niños muy pequeños. El plato de ducha les facilita trámites, ya que, además, contamos con ayudas técnicas muy interesantes, tales como agarradores o suelos antideslizantes.

Aparte, hemos de tener en cuenta que cambiar tu antigua bañera por un plato de ducha supone una operación que vas a poder realizar con bastante facilidad y sin, prácticamente, llevar a cabo obras. De hecho, solo será necesario retirar el vaso de la bañera y una parte de los azulejos. A continuación, resultará sencillo instalar los nuevos y sofisticados platos de ducha, con el color y la estética que más te gusten.

Asimismo, podrás combinar el revestimiento que mejor quede; y, por último, no olvides que cuentas con cerramientos y mamparas de baño que darán ese toque final que estabas esperando.
En definitiva, cambiar tu bañera por un plato de ducha no solo implica comodidad y ahorro, sino que te servirá para renovar la imagen de tu cuarto de baño y seguir las tendencias de moda.

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