Cómo mantener higiénicas las toallas del baño



El orden en el baño, la higiene del inmobiliario y la translucidez de las mamparas de baño no son suficientes para hacer de un aseo un lugar fresco y siempre limpio. En este sentido, contar con toallas recién lavadas, perfumadas y listas para su uso diario es fundamental si quieres tener un cuarto de baño impoluto. Recuerda, además, que las toallas pueden jugar un papel fundamental en la decoración de esta estancia del hogar.

Cómo lavar las toallas

Si has comprado unas toallas nuevas, lo ideal para darles ese toque inicial de limpieza y suavidad es que, por lo menos durante 2 o 3 lavados, no les añadas nada de suavizante. Después, la tela de las toallas ya habrá perdido su rigidez y podrás personalizarla con ese toque a suavizante tan propio de tu ropa.

Además, existen una serie de trucos para que tus toallas queden suaves, limpias y libres de posibles focos infecciosos.

Unas toallas sin gérmenes

Si vas a utilizar la lavadora, es muy recomendable que laves las toallas juntas y solas, sin mezclarlas con otras prendas. Para que la tela que las compone dure más tiempo, se recomiendan lavados con agua fría. No obstante, si las toallas tienen alguna mancha, es mejor aplicar el detergente y el suavizante en un programa de al menos 60 grados de temperatura.

Para eliminar los malos olores, podrás añadir en el cajetín del detergente un vasito de vinagre blanco o uno de amoniaco con limón, que hará que pierda esa reminiscencia a humedad y que queden esponjosas y desinfectadas. Es importante que no combines el amoniaco con ningún detergente, y tampoco con el vinagre. Y no te preocupes por el olor de estos productos: desaparecerá en el propio lavado. Recuerda guardar las toallas solo cuando estén totalmente secas.



Como prevenir gérmenes de las toallas en los cuartos de baño

Los hábitos de higiene de cada uno pueden ser distintos, pero para mantener las toallas alejadas de los gérmenes y evitar bacterias se recomienda no compartirlas, aunque se trate de familiares, parejas o amigos, ya que pueden ser un foco de propagación de infecciones.

Cuando se haga uso del váter, lo más apropiado es que antes de tirar de la cadena se baje la tapa. No hacerlo provoca que salgan a flote un batallón de microbios que quedan en el aire y que irán depositándose en todas las fibras de las toallas. Además, recuerda que es mejor lavar las toallas de tus baños como mínimo una vez cada tres días, y conseguirás prevenir posibles focos infecciosos en la piel.

Con estos consejos mantendrás las toallas como el primer día, disfrutarás de la experiencia del baño sin preocupaciones y ganarás en salubridad.

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